martes, 18 de agosto de 2009

La primitiva judería estellesa: Elgacena
















ORÍGENES


La comunidad judía estuvo presente en la vida estellesa desde su fundación, tal como atestigua su fuero de 1076-1077.
Desde ese momento hasta su expulsión en 1498 la aljama de Estella fue una de las más importantes del Reino de Navarra.

Su momento de máximo esplendor tuvo lugar en el siglo XIII y sus habitantes aportaron a la cultura judía en el Reino de Navarra figuras relevantes como el escritor Ménahem Bar Zerah, conocido también como Ben Seraq (1310-1385) o el médico Juce Orabuena.

La población judía, dedicada a típicas transacciones mercantiles y financieras, debió llegar a Estella atraída por la vocación mercantil de este enclave. Al parecer, en un principio debieron vivir mezclados con los cristianos, pero pronto formaron un núcleo propio, separado del resto de la ciudad, llamado Olgacena o Elgacena.

La judería estellesa era la más importante de la Merindad de Estella, donde también existían juderías como las de Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Los Arcos, Mendavia, San Adrián y Viana.

EL BARRIO DE ELGACENA

La extensión ocupada por esta aljama no se conoce con exactitud, ya que sus edificios han desaparecido en su totalidad.

A partir de la documentación disponible parece que se situaba a continuación del barrio de San Martín, hacia el Sur, en una terraza elevada sobre el río y sobre la iglesia del Santo Sepulcro.

La documentación escrita aporta pocos datos, aunque importantes. Consta que el año 1135 estaba abandonada, y el espacio que antes ocupaba fue donado a los barones de Estella por el rey de Navarra García Ramírez “El Restaurador”.
Así, en el año 1145 la corona navarra donaba al obispo de Pamplona la antigua sinagoga para que construyese una iglesia dedicada a Santa María y a Todos los Santos (hoy de Jus del Castillo).

La documentación arqueológica, en cambio, ha proporcionado más información sobre esta población. La intervención arqueológica llevada a cabo durante los trabajos de restauración y puesta en valor de la iglesia de Santa María Jus del Castillo permitieron el hallazgos de los restos de la sinagoga de Elgacena y de varias casas de la judería.

La sinagoga estaba construida con mampuestos de caliza apenas trabajados, cogidos y enlucidos con una capa de mortero en la que se veían huellas de encofrado.
Sus dimensiones, según los datos obtenidos, se situaban en 18 m. de longitud y 10 m. de ancho, aproximadamente. El hastial o fachada este fue derribado y sustituido por un ábside semicircular para su conversión en iglesia cristiana después de 1145.

En el entorno, en concreto al Sur de la iglesia, se recuperaron restos de varias viviendas, aunque no se pudo recuperar la planta completa de ninguna de ellas.
Estaban construidas de dos maneras: unas fueron levantadas con adobes de forma irregular sobre un zócalo de piedra, y posteriormente revestidas de mortero de cal pintado con almagra. Otras se construyeron exclusivamente con mortero de cal, mediante la técnica del encofrado.
Todas las viviendas se techaban con tejas curvas de cerámica.

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